El patrullero de la Policía Metropolitana de Bogotá, Jorge Eduardo Yazo, fue víctima de la intolerancia cuando mientras laboraba fue a atender el caso de una riña en el barrio Aguas Claras de la capital del país. 

“Fue un caso de riña múltiple. Nos empiezan a agredir con armas cortopunzante (machete) y lo que hice fue echarme para atrás y poner mis manos para protegerme. Allí fue cuando me amputaron mi mano derecha, la cual recogí con la izquierda”, relató el uniformado a Noticias Caracol. 

De inmediato, el uniformado fue trasladado por sus compañeros al Hospital Central de la Policía. 

“La mano fue empacada muy bien. Venía en una bolsa plástica con una compresa húmeda y hielo por fuera para no quemarla. Venía muy bien preservada afortunadamente”, dijo  Hernando Laverde, cirujano del Hospital Central de la Policía.

La operación duró 9 horas y fue un éxito. Ahora el policía continuará con su recuperación en casa y se avanza en las investigaciones para dar con el paradero del responsable de esta agresión.